A un mes de elecciones José María Figueres está contra las cuerdas por caso ICE -Alcatel de hace 20 años

Los cuestionamientos de supuesta corrupción por parte de José María Figueres hace casi 20 años por el caso ICE-Alcatel, le pasan una alta factura a un mes de las elecciones en segunda ronda, ya que está a diez puntos porcentuales por debajo de su rival Rodrigo Chaves de Progreso Social en cuanto a la intención de voto.

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Y es que el 47% de los costarricenses considera que ese acto de falta de transparencia influye mucho a la hora de escoger al aspirante presidencial, según la más reciente encuesta del CIEP -UCR.

Paralelamente, seis de cada diez electores considera que las acusaciones contra Figueres son ciertas.

En 2004, Figueres recibió $906 mil por una consultoría que le encargó la firma HF Desarrollos Interdisciplinarios S. A. (HF DISA) para la empresa francesa Alcatel.

La firma en cuestión era presidida por Roberto Hidalgo, un asesor del gobierno de Figueres en el periodo 1994-1998. Esa sociedad se vio envuelta en un escándalo por el supuesto pago de dádivas para obtener un contrato para Alcatel para la venta de 400 mil líneas celulares al ICE.

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Por estos hechos, Figueres se ausentó del país por casi ocho años y cuando regresó, una posible causa en su contra ya había prescrito, a la vez, que el verdiblanco empezaba a coquetear con una candidatura presidencial.

“Probablemente debería de haber venido antes. Las situaciones lo llevan a uno a tomar esas decisiones. Cuando vine a Costa Rica, di la cara (...). Sí, yo reconozco que quizás, si estuviera otra vez en esa situación, hubiera venido antes. Cuando vine a Costa Rica, me apersoné a la comisión del Congreso que me había llamado y rendí declaraciones durante todo el día, pero reconozcamos también el ambiente de linchamiento político que había en ese entonces y la verdad es que, no habiendo cometido nada fuera del marco de la ley, no tenía porque someterme a un linchamiento político”, dijo Figueres a finales de enero anterior.

Si las elecciones fueran este domingo, Figueres solo recibiría el respaldo del 35% de los electores, frente a un 46% de Chaves.

“Parte de la novela urbana es que yo estuve diez años afuera del país, para que prescribiera una supuesta pena, que nunca existió, porque nunca hubo juicio, ni juzgado, ni fiscal que me llamara”, agregó Figueres.

Por otra parte, pareciera que la corrupción es más censurable para los costarricenses que las acusaciones sexuales.

Esto, porque solo tres de cada diez ciudadanos consideran las conductas impropias de Chaves contra las mujeres como un elemento a considerar para la segunda ronda.

Por otra parte, el 13% de los electores no cree en las denuncias y el 46% no sabe al respecto.