Angulo: premios sin gloria

Cuando el Deportivo Saprissa fue la base de la Selección Nacional en las décadas de los 50 y 60, nueve de sus integrantes tenían campo fijo en la Tricolor. A los otros dos, que eran Tulio Quirós, mediocampista, y Saningo Soto, delantero, el equipo de todos les resultó esquivo, pues sus posiciones fueron ocupadas por los heredianos Edgar Quesada y Danilo Montero, respectivamente.

Costa Rica formaba con Flaco Pérez en la puerta; Giovanni, Catato y Alex en defensa; Marvin y Quesada en cintura; Herrera, Murillo, Cuty, Danilo y Rubén en ataque.

La historia de Tulio, quien falleció hace pocos días, la vemos reeditada en Marvin Angulo, para miles de saprissistas, el mejor jugador del equipo, que, sin embargo, observó por la televisión la participación de Costa Rica en los mundiales de Brasil y Rusia, desenchufado de la Tricolor por los técnicos Jorge Luis Pinto y Oscar Ramírez, respectivamente.

Angulo debutó en primera división con el Herediano en la temporada 2007, inicialmente como lateral derecho, bajo la batuta de Carlos Watson. Tenía 19 años, distinguiéndose con un fútbol inteligente, vertical, explosivo, muy ofensivo, tanto que, siendo defensa, anotó siete goles en 24 partidos, algunos ejecutando tiros libres que en el transcurso de su trayectoria sería uno de sus puntos fuertes.

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Angulo fue seleccionado como el “Novato del Año” en esa campaña y en la temporada 2008 tuvo el honor de ser nombrado por la Unafut el mejor futbolista del Invierno, distinción que repitió en las campañas del Invierno —2016 y 2017—, tripleta de honores que pocos colegas suyos poseen.

En el año 2009 la dirigencia del Herediano lo dio en préstamo al Melbourne Victory de Australia y para la campaña 2011 regresa al Team, con el que campeoniza al año siguiente en Guápiles, título número 22 luego de 19 años de sequía.

En enero 2013, la dirigencia de Herediano decide terminar su relación con el mediocampista y, ni lerdo ni perezoso, Carlos Watson lo pesca y se lo lleva una temporada al Uruguay de Coronado, al que defendió dos torneos cortos con una regularidad impresionante: fue titular en 41 partidos y marcó seis anotaciones, lo que le abrió de par en par las puertas del Deportivo Saprissa que lo firma en 2013 y Angulo se pone a las órdenes del técnico Ronald González.

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Con los morados, el volante central se consolida, el uniforme con el legendario número 10 es suyo, conquista cinto títulos nacionales, alcanza la suma de 52 anotaciones en 218 partidos, muchas de tiros libres, logra el mejor gol del campeonato en la campaña 2016, anota un gol olímpico, hace pocos días silenció el Morera Soto empatando el clásico en tiempo de reposición con un fulminante tiro libre y a la UCR le anota un hermoso gol en la victoria del Monstruo 4-0, que lo catapultó a la ronda de semifinales del actual Clausura.

No obstante, tantos logros, distinciones, premios, tanto fútbol no le alcanzaron a Marvin Angulo para convertirse en mundialista, honor que sí lograron sus compañeros mediocampistas de Saprissa, el punto más fuerte del equipo. Christian Bolaños, Michael Barrantes, Heiner Mora, Johan Venegas, fueron a la máxima cita del fútbol mundial, pero el compañero que los complementa en la cintura del Monstruo no tuvo igual suerte.