Carencias en atención de salud mental quedaron al descubierto con Covid-19

Graves carencias en la atención de la salud mental de los costarricenses, quedaron al descubierto gracias a la pandemia de la Covid-19.

Se trata de un problema sanitario que muchos creían inexistente o irrelevante.

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Pero que hoy día está generando cientos de miles de consultas de los asegurados, a la vez que el sistema público colapsa por falta de recursos.

Lo peor de todo, es que los hospitales públicos solo tienen 57 especialistas entre psicólogos, psiquiatras y otros profesionales para atender a toda la población, lo que genera mala atención, quejas de maltrato y largas citas de espera con períodos de hasta ocho meses, lo cual, podría traducirse en decisiones fatales en algunos casos.

Y es que en el período 2018-2020 se recibieron más de 835 mil consultas por trastornos mentales y del comportamiento, según el Estado de la salud mental en Costa Rica.

Paralelamente, para octubre del año pasado, el 61% de los costarricenses manifestó síntomas de depresión y un 46% de ansiedad, de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Estatal a Distancia (UNED), la Universidad Nacional (UNA), la Caja y el Ministerio de Salud, quienes asociaron el súbito incremento a la pandemia.

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El miedo a la enfermedad, el desempleo y la falta de ingresos estables habrían influenciado directamente en el aumento de estas enfermedades.

La histórica falta de recursos para atender los problemas de salud mental, no sorprenden a la diputada Paola Vega del PAC, quien sufrió las deficiencias del sistema con su madre, lo cual, la motivó a presentar un proyecto de ley y así tratar de mitigar la situación para otros pacientes y sus familiares.

Hay que fortalecer el modelo de salud mental costarricense y atender con mucha seriedad este tema. pic.twitter.com/bUzAo9jcAa

— Paola Vega (@paolavegar) March 10, 2021

“El proyecto yo lo tenía como una de mis prioridades desde que asumí el puesto en la Asamblea porque mi madre fue paciente psiquiátrica y me tocó vivir la enfermedad con ella a lo largo de 12 años, en los que vi su salud deteriorarse y fui víctima familiar junto con ella de la atención que se da en Costa Rica”, dijo Vega.

Como parte de su experiencia personal y estudio del tema, la legisladora determinó que no hay un marco regulatorio que le brinde al paciente una atención psiquiátrica con garantías elementales en los procesos de internamiento.

Asimismo, comprobó que no se trabaja la parte preventiva, ya que en Costa Rica se ve la salud mental de manera accesoria y no se le da la misma importancia como a otros temas.

Actualmente, existen vacíos legales respecto al funcionamiento del sistema nacional de salud mental y los centros de atención psiquiátrica, concluyó la legisladora.

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“No hay una buena combinación en lo que respecta a psicología y psiquiatría; tenemos un problema que además se está agravando con la pandemia, con significativos aumentos en los casos en la población costarricense”, mencionó Vega.

En los últimos días, el tema de la salud mental ha cobrado relevancia en las redes sociales, tras darse a conocer múltiples casos de pacientes -muchos de ellos jóvenes -, que se quejan de maltratos y deficiente atención en los hospitales públicos.

Invertir en salud mental implica prevenir situaciones de violencia social y familiar, delincuencia, matonismo, deserción escolar, conductas de discriminación y estigma, de acuerdo con la Política Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud. 

A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS), plantea que sin salud mental, no existe la salud, de manera que es necesario un abordaje integral que garantice más recursos -económicos y humanos - para que la atención sea efectiva.

Por otra parte, es importante dar a conocer que la salud mental de las personas puede estar determinada por factores personales, sociales, biológicos, ambientales, económicos y culturales, donde la capacidad de cada persona para afrontar sentimientos, pensamientos, manejo de vida y resiliencia son muy diferentes entre las personas.

En ese sentido, la iniciativa de la legisladora promueve la creación de grupos de apoyo comunales para las personas y sus familiares que se encuentren afectadas por su salud mental.

Asimismo se menciona, que de los recursos que perciba el Consejo Técnico de Asistencia Médico Social, un 10% se destinará al financiamiento de programas y actividades de promoción y prevención de la salud mental, los cuales no se han visto en ejecución.