¿Cómo seleccionar al mejor talento para liderar su empresa en el 2025?

Roberto Requenes

Líder de Reclutamiento para Centroamérica y el Caribe

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Elegir a los líderes correctos para una empresa es una de las decisiones más importantes que se pueden tomar. Los líderes no solo marcan el rumbo de una organización, sino que también reflejan los valores y la visión que esta promueve. Por eso, su selección debe ir más allá de títulos o logros individuales, sino en una combinación de habilidades técnicas, capacidad de inspirar a otros y una visión clara.

El primer paso en este proceso es identificar las necesidades específicas de la organización. No todos los equipos requieren el mismo tipo de liderazgo. Por ejemplo, en una empresa en crecimiento, podría ser necesario contar con un líder innovador que esté dispuesto a asumir riesgos. En cambio, en una organización más estable, el enfoque podría ser hacia alguien con habilidades de optimización y gestión de procesos.

Otro aspecto fundamental es analizar las competencias blandas del candidato. Un líder efectivo no solo debe saber cómo gestionar un proyecto, sino también cómo comunicarse, resolver conflictos y motivar a su equipo. Me parece que estas habilidades marcan la diferencia entre un líder que simplemente cumple con su función y otro que realmente transforma un grupo de trabajo.

Pienso que involucrar al equipo en el proceso de selección también puede ser clave. En muchos casos, los colaboradores tienen una perspectiva única sobre el tipo de liderazgo que necesitan para alcanzar sus objetivos. Esto no significa que deban tomar la decisión final, pero sí aportar insumos valiosos que podrían pasar desapercibidos para los responsables de la contratación.

Por último, no subestime la importancia de la cultura organizacional. En mi experiencia, los líderes que encajan en los valores y principios de la empresa tienden a generar un impacto más duradero. Incluso el líder más talentoso puede fracasar si su estilo o valores chocan con los de la organización.

La retroalimentación constante es otro factor que no puede pasarse por alto. Un buen líder no solo debe ser evaluado al momento de su selección, sino también a lo largo de su desempeño. Me parece que las evaluaciones periódicas y el acompañamiento adecuado pueden ayudar a identificar áreas de mejora y garantizar que el líder se mantenga alineado con los objetivos de la empresa. Este enfoque no solo beneficia a la organización, sino que también fortalece la relación entre el líder y su equipo.

Sin duda, todos estos aspectos son esenciales para cualquier empresa que desee potenciar su liderazgo en 2025. Elegir al líder adecuado no solo influye en el rumbo de la organización, sino que también establece las bases para una cultura sólida, una comunicación efectiva y un equipo motivado.