Día Internacional del Libro
Inés Revuelta Sánchez [email protected] | Miércoles 23 abril, 2025

El 23 de abril celebramos el Día Internacional del Libro. Esta es una fecha que fue proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para fomentar la lectura, la propiedad intelectual y la producción editorial industrial. No obstante, en Costa Rica tenemos tareas pendientes para que esta celebración sea amplia, diversa y participativa y por ende, pueda permear a toda la sociedad.
En primer lugar y aunque se sabe y se dice continuamente, hay que reiterar que la lectura debe ser estimulada desde la primera infancia. Es un encuentro maravilloso con la creatividad, el despertar de emociones y la construcción de valores y arraigos culturales.
En segundo término, un libro en manos de una niña y un niño, es una acción esperanzadora para transformar la violencia, el acoso escolar y la exclusión en espacios de tolerancia y convivencia pacífica.
Tercero, los jóvenes y adultos pueden construir un mundo más equitativo, reflexivo y crítico si encuentran en la lectura un refugio para asentar sus inquietudes técnicas e intelectuales.
Cuarto, las mujeres hemos encontrado un aliado invaluable para expresarnos, exigir equidad y denunciar las brechas y la discriminación de género.
Quinto, las personas mayores reencuentran espacios lúdicos, creativos y energizantes para aprovechar su tiempo libre en actividades estimulantes y productivas.
Por lo tanto, el Estado debe actualizar y promover una política nacional para fomentar la lectura a través del Ministerio de Cultura y Juventud. Esto se logrará dotando de recursos al Sistema Nacional de Bibliotecas, especialmente para hacer accesibles y cercanas las bibliotecas públicas a las comunidades rurales y a aquellas más vulnerables por sus condiciones sociales y económicas.
El Estado debe trabajar en conjunto con la industria editorial para facilitar que los libros no sean un lujo y no excluyan a muchas poblaciones que no tienen recursos para asistir a las librerías para suplirse de libros maravillosos. Debemos construir oportunidades de lectura en cada rincón de nuestro país y eso se logra con la reducción de costos de producción y comercialización. Además, cada gobierno local debe tener, conjuntamente con las bibliotecas públicas, espacios de lectura con obras nacionales y universales que transformen, estimulen y cultiven la vida de muchas niñas y niños a lo largo y ancho de nuestro país.
El Día Internacional del Libro es una oportunidad para que democraticemos la lectura, nos propongamos acciones claras y contundentes para que las escuelas, colegios y universidades sean un semillero de nuevas lectoras y lectores. Pero también y sin lugar a dudas, para que las políticas estatales no discriminen ni excluyan a miles de niñas y niños que no tienen los recursos en sus escuelas para contar con libros que orienten y estimulen sus inquietudes intelectuales.
Un libro será siempre una maravillosa oportunidad de repeler la violencia, el acoso y el abuso escolar. La mejor herramienta contra la ignorancia de los pueblos y la forma en cómo cada pensamiento y acción humana se ven reflejados, narrados, poetizados, ilustrados y plasmados en un trozo de tiempo y eternidad, es un libro.