¿Elegiremos una presidenta en 2022?

En momentos en que el movimiento por la equidad de género crece aceleradamente en el país, muchos ya se preguntan si Costa Rica volverá a elegir una presidenta de la República en el corto plazo.

Responder a esa pregunta no es sencillo, ya que depende de muchos factores, algunos colectivos y otros individuales, además de la coyuntura antes de la campaña electoral.

No obstante, la implementación de la paridad horizontal y vertical en los puestos de elección de diputados y otros cargos a partir de las elecciones de 2018, garantizará mayor equidad y una mayor conciencia de género, para que el nuevo presidente seleccione igual número de hombres y mujeres como ministros, viceministros y presidentes ejecutivos, que empujarán sin duda alguna, el surgimiento de nuevos liderazgos femeninos con opciones de llegar a Zapote.

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La importancia de contar con más mujeres en Cuesta de Moras, se debe a que el Congreso ha sido tierra fértil y semillero de presidentes, donde de los últimos 11 presidentes, solo el actual mandatario Luis Guillermo Solís y el liberacionista José María Figueres no recorrieron los pasillos del primer poder de la República.

En ese sentido, una buena gestión legislativa se podría transformar en un liderazgo para la campaña presidencial. En estos momentos, hay cinco candidatos presidenciales que también son diputados.

Por otra parte, la promesa de varios aspirantes actuales de nombrar un gabinete completamente paritario a partir de 2018, permitiría que más mujeres tengan exposición pública, y con ello, se fomente un movimiento en torno a alguna de ellas.

En estos momentos, es difícil nombrar esos liderazgos, ya que los partidos no han definido sus listas de candidatos al Congreso y faltan seis meses para la elección nacional, no obstante, ya suenan algunas mujeres presidenciables, de acuerdo con varios actores políticos consultados por LA REPÚBLICA.

Nuria Marín, empresaria; Christiana Figueres, líder mundial en la lucha contra el cambio climático; María Luis Ávila, exministra de Salud, y hasta la expresidenta Laura Chinchilla, son algunos de los nombres que suenan en Liberación Nacional.

“La Asamblea Legislativa es una plataforma importante que expone a los nuevos líderes, que visualiza capacidades y actitudes, además de hacer más mediática a una persona; aunque aún no se conocen los candidatos a diputados, ya puedo decir que Nuria Marín, empresaria y compañera de nuestro candidato Antonio Álvarez, es una mujer altamente presidenciable por su liderazgo y capacidad, mientras que a doña Laura, le tengo un gran respeto por ser una mujer valiente que abrió brecha y que sin duda tiene todos los méritos para volver a gobernar”, dijo Karla Prendas, jefa de fracción de Liberación Nacional.

En el caso del gobernante PAC, las miradas se dirigen hacia Ana Helena Chacón, vicepresidenta de la República y las actuales diputadas Marcela Guerrero y Epsy Campbell, quienes son líderes de la fracción y claramente feministas.

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En el caso de Campbell, ya fue precandidata en dos ocasiones y durante el último proceso interno, estuvo valorando una nueva postulación, pero declinó al final porque el PAC abriría muy pocos centros de votación.

Las tres rojiamarillas podrían continuar en algún puesto público si el PAC se reelige en 2018 y con ello, utilizar un ministerio o presidencia ejecutiva como catapulta política.

En otros partidos, se consideraría a Natalia Díaz del Movimiento Libertario y Rosibel Ramos del PUSC, entre otras, quienes no ocultan su interés.

“Me siento ganadora porque un 50% de las personas que participaron en la elección interna me dio su apoyo, lo cual representa un primer paso para esta servidora. En esta ocasión no fue posible, sin embargo espero en un futuro ser la candidata del Movimiento Libertario y liderar un cambio. Mi objetivo es seguir creciendo y continuar con el proyecto en 2022. Tengo 32 años, soy joven y siempre he tenido un gran interés por la política”, aseveró Díaz.

Mientras tanto, Ramos indicó que una “mujer empoderada” como ella, no puede negarse a esta posibilidad, a pesar de que esa idea no es un plan en estos momentos.