Empresarios alertan sobre riesgos de ciclo electoral en 2025 para inversión y competitividad

Al iniciar el año, el sector empresarial expresa su preocupación ante la posibilidad de que el ciclo electoral, que culminará en las elecciones presidenciales de febrero de 2026, influencie negativamente las decisiones clave para la competitividad del país.

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Y es que el 2025 es un año preelectoral, en el cual, los partidos escogen a sus candidatos presidenciales, aspirantes a diputados y arranca la campaña presidencial en octubre, a la vez que los legisladores actuales incrementan su gestión de control político para afectar a sus rivales.

Esto, pone en riesgo la agenda nacional y la toma de decisiones estratégicas, sin importar que la inversión y la generación de empleos dependen de un buen clima de negocios.

Sergio Capón, presidente de la Cámara de Industrias, subrayó que “es importante que los fuegos electorales no retrasen decisiones importantes para la competitividad del país y el bienestar de los costarricenses”.

En este sentido, destacó la necesidad de abordar cuestiones cruciales como la reducción de la tasa de política monetaria, que permitiría que los préstamos sean más accesibles para los sectores productivos.

Además, los empresarios instaron al gobierno a encontrar un punto de equilibrio para el tipo de cambio del dólar, evitando fluctuaciones que puedan afectar negativamente a sectores claves como el exportador y el turismo.

Entre las demandas más urgentes para el próximo año, se incluye la aprobación de la jornada laboral 4x3, que busca mejorar la flexibilidad laboral, al habilitar jornadas de trabajo de 12 horas cuatro días a la semana, a cambio de 3 días descanso.

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La comunidad empresarial enfatiza que el país no puede permitirse perder el rumbo en plena coyuntura electoral, ya que el futuro económico depende de decisiones acertadas y oportunas.

Incluso, podría darse el caso que por congraciarse con el electorado, se tomen decisiones desde la Asamblea Legislativa o el Poder Ejecutivo, sin sustento económico, o bien, que compliquen el clima de inversión solo para ganar votos.

“2025 es un año político, tradicionalmente cargado de iniciativas legislativas caracterizadas por su alto aporte a la inseguridad jurídica y su acoso regulatorio al sector generador de empleo, por lo que se hace un llamado a los legisladores para avanzar solamente en las iniciativas generadoras de valor”, agregó Juan Ignacio Pérez

Presidente de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria.

¿Ventaja?

Haciendo la salvedad de que la gran mayoría de los costarricenses no simpatiza con ningún grupo político de manera permanente, una encuesta de la Universidad de Costa Rica, dada a conocer a finales de noviembre, señala que “algún partido del presidente” es el más popular en Costa Rica.

El dato es muy llamativo si se considera que en este momento, el mandatario Rodrigo Chaves no milita en ningún grupo político y cortó toda relación con Progreso Social Democrático que lo llevó al poder.

Pese a ello, la opción “algún partido del presidente” (8%) supera a Liberación Nacional (7%), el PUSC (2%) y el PAC (0%) , así como a otras agrupaciones.

Por otra parte, seis de cada diez costarricenses tienen una opinión positiva de la labor del presidente.

La última encuesta del CIEP de la UCR señala que Chaves recibe un 63% de respaldo en su gestión, lo que implica un aumento de nueve puntos porcentuales en relación con la medición anterior que se hizo en septiembre y en donde recibió el apoyo del 54% de los nacionales.

Chaves no puede postularse para 2026, pero sí podría impulsar un heredero político que continúe con su propuesta.

A menos más de un año de que arranque oficialmente la campaña política, más de 20 personas han mostrado interés, o bien, suenan en el ambiente político como posibles sucesores del presidente Rodrigo Chaves.

Algunos de ellos son viejas figuras de la política nacional como Rodrigo Arias y Antonio Álvarez del PLN, pero también hay caras nuevas como Laura Fernández, ministra de la Presidencia; Álvaro Ramos, expresidente de la CCSS; y Gerardo Corrales, economista.

De todos ellos, quizás el más mediático ha sido Luis Amador, exministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), no solo porque fue noticia al chocar de frente sus intenciones con un rotundo “no” para liderar al PUSC, sino también, por la investigación de un supuesto caso de corrupción que realiza la fiscalía y el Congreso por la mejora de la pista de Liberia, en la cual él tuvo algún nivel de participación como jerarca del MOPT.

Claudio Alpízar de Esperanza Nacional, Eli Feinzaig del Partido Liberal Progresista y Natalia Díaz, exministra de la Presidencia y líder de Unidos Podemos, son otras de las personas que tendrían interés.

A este grupo también se le suman Gilberth Jiménez y Carolina Delgado, ambos legisladores de Liberación Nacional.

El abogado Fernando Zamora por el Partido Nueva Generación, el excanciller Enrique Castillo del PLN y Fabricio Alvarado de Nueva República también estarían en esa lista de posibles aspirantes.