GIZ impulsa el desarrollo sostenible en Costa Rica

Costa Rica es el primer país del mundo en firmar un pacto nacional por mejorar en temas de educación, salud, trabajo y medio ambiente, -el Pacto Nacional por el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)- conocido como Agenda 20/30. Esto implica que Costa Rica trabaje estratégicamente en lograr cambios reales y duraderos para la calidad de vida de la población.

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Con sus 50 años de experiencia en proyectos de desarrollo económico y sostenible en Costa Rica, la Cooperación Alemana para el Desarrollo, GIZ, se convierte en un aliado estratégico para crear ideas, planificar y ejecutar proyectos innovadores que impulsen cambios políticos, sociales y económicos hacia un verdadero desarrollo sostenible del país.

El mandato de la Cooperación Alemana para el Desarrollo es el desarrollo de capacidades, para lo cual trabaja siempre de la mano con una contraparte nacional o internacional. Junto con el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) y el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU), la GIZ se enfoca en fortalecer a sus socios del sector público, privado, no-gubernamental y académico en sus respectivos mandatos, para que ellos traduzcan sus objetivos a cambios reales. Para ello GIZ propone en Costa Rica soluciones en temas de:

• Ambiente, biodiversidad y cambio climático
• Energías renovables y eficiencia energética
• Movilidad urbana y transporte sostenible
• Infraestructura y desarrollo comunal
• Economía y empleo

La GIZ propicia la innovación local para construir soluciones a los desafíos, en procesos que varían desde el acceso al conocimiento y soluciones tecnológicas, hasta el desarrollo conjunto de mecanismos y sistemas financieros, para ayudar a Costa Rica a ser un país de equidad, inclusión e igualdad en oportunidades y calidad de vida.

Innovaciones para la conservación de la biodiversidad

Con el fin de que el país logre sus compromisos internacionales, la GIZ fortalece el conocimiento técnico-político de actores nacionales para el uso sostenible de los recursos naturales. Así es como el país ha oficializado un reglamento para el reconocimiento del valor de los servicios ecosistémicos, facilitando la creación de mecanismos económicos y no económicos a partir de los beneficios que brindan los terrenos públicos y privados bajo conservación. Además, se establecieron cinco mecanismos financieros para canalizar una inversión de al menos US$4.5 millones en la biodiversidad y servicios ecosistémicos del país.

La GIZ apoya al Gobierno de Costa Rica en el desarrollo e implementación del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, reduciendo la vulnerabilidad de la sociedad y la economía nacional. Nuevas metodologías en la planificación del paisaje facilitaron el diseño de estrategias de adaptación al cambio climático en un territorio de más de 500.000 hectáreas. El acceso a nuevo conocimiento permitió que seis municipalidades prioricen los sectores con mayor impacto ambiental e implementen acciones de reducción de gases de efecto invernadero.

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La industria de café costarricense se posiciona hoy día en el mercado internacional como una de las más sostenibles, gracias al entrenamiento de más de 4.900 cafetaleros en técnicas de producción más sostenibles. La nueva aplicación digital CRCAFE desarrollada con el apoyo de la GIZ permite a productores la recopilación y el subsecuente uso de datos de emisiones de GEI del sector cafetalero. Alianzas público-privadas generan US$10 MM en financiamiento para el sector cafetalero, lo cual incentiva la implementación de tecnologías y prácticas bajas en emisiones, e implementar medidas de adaptación del cultivo al cambio climático. Esto aumenta la competitividad del sector cafetalero en los mercados globales.

A raíz del diseño de procesos participativos novedosos, el país ha logrado en conjunto con la GIZ ampliar su área marina bajo protección en aproximadamente 10.000 km2, contribuyendo a la seguridad económica y social de la población que más depende de los recursos marinos.

Energías renovables y procesos innovadores

El desarrollo de fuentes de energía renovables alternativas y el uso eficiente de la energía existente son cruciales para el Programa País de Carbono Neutralidad 2.0. En apoyo al país, la GIZ fortaleció capacidades técnicas y tecnológicas del sector privado y público en materia de eficiencia energética, desarrolló aplicaciones tecnológicas móviles para la educación y gestión financiera de soluciones de energía renovables para hogar y empresa. Además, promovió mejoras al marco legislativo para el aprovechamiento geotérmico y la exoneración de equipos de eficiencia energética. Todas estas medidas llevan a aumentar la competitividad en el sector privado y público.

Con el apoyo de la GIZ, el sector financiero fue capacitado en las nuevas tecnologías, con el fin de fomentar y financiar proyectos innovadores en el país. Esto genera un ambiente favorable para el desarrollo de nuevas empresas y agencias de servicio en el sector, como lo es el establecimiento de la primera empresa de servicios energéticos (ESCO), y para la innovación en el sector.

Innovación en infraestructura y movilidad urbana

El sector transporte nacional y urbano presenta uno de los mayores retos del país en la consecución de sus metas, por lo que, en cooperación con el Gobierno, la GIZ impulsa la electrificación del transporte público. Un proyecto piloto traerá tres buses eléctricos a Costa Rica y diseñará opciones de modelos de negocio para facilitar la transición hacia la utilización de energías limpias en el sector transporte.

Además, la GIZ asesoró a la legislación nacional en fortalecer el marco legal del sector transporte. Éste cuenta hoy con un reglamento a la Ley de Incentivos y Promoción para el Transporte Eléctrico, mejorando la aplicación de incentivos económicos, el acceso a créditos y el uso en la circulación para el transporte eléctrico. Dicho reglamento establece que el Plan Nacional de Transporte Eléctrico deberá proyectar el reemplazo de la flota de autobuses, al menos cada dos años, con una meta dentro de este período no menor del cinco por ciento (5%).

Innovación en economía y empleo

Costa Rica ha reconocido el valor económico de sus ecosistemas. Son la base para el bienestar de la sociedad como “materia” prima para el sector económico. La inclusión de la biodiversidad dentro de la toma de decisión a nivel económico, por lo tanto, es el punto de partida para un modelo de desarrollo sostenible.

Los proyectos de la GIZ acompañan al sector público y privado a crear sistemas de negocios alternativos, integrando la biodiversidad como un factor decisivo en el modelo de negocio. Es así como empresas en la cadena productiva del banano aplican estándares superiores a las normas internacionales, aumentando la competitividad y diferenciación en los mercados. La formalización de nuevas alianzas público-privadas la inversión de empresas de turismo en la conservación. Un resultado es la creación de una ruta de conectividad entre la Reserva Ecológica La Tigra y el Bosque Eterno de los Niños. También se ha logrado un modelo innovador de gestión integral del paisaje en el Valle de La Estrella, el cual articula la actividad económica con medidas de educación ambiental, restauración ecológica y carbono neutralidad. Este modelo se ha establecido en la industria bananera como ejemplo a ser difundido en redes empresariales a nivel internacional, fomentando la transferencia de conocimiento y tecnología.

A futuro las oportunidades de cooperación entre Alemania y Costa Rica son numerosas, desarrollando como aliados aún más ideas y soluciones novedosas en el camino hacia una vida digna para toda la humanidad.

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