Goles letales en minutos claves liquidaron al León
Gaetano Pandolfo [email protected] | Viernes 13 diciembre, 2024
El 2-0 que sacó Herediano en el juego de ida de su semifinal con Alajuelense resultaba lapidario.
Por eso, terminamos nuestra Nota del pasado miércoles, previa al juego de vuelta con este párrafo: “Guimarães confía en su nómina y aclara que la serie está abierta. Sinceramente nosotros creemos que, para la Liga, está muy, pero muy cerrada”.
Con un federativo que manipula a la Comisión de Arbitraje y que, además, como técnico de fútbol tiene oficio, es mañoso, inteligente y claro que hablamos de Jafeth Soto, a su colega Alexandre Guimarães le resultaría muy difícil saltar el muro defensivo que levantaría el Team para sostener su ventaja.
Lea más: Un completo desastre: Carlos Hernández no perdona a Alajuelense tras caer en semifinales
Hace pocos días, Jafeth se quejó de un arbitraje de Adrián Chinchilla y lo responsabilizó de la derrota que ese día sufrió su equipo. Pidió, por no decir que exigió, que no se le volviera a nombrar en un partido del Team. Y fue complacido.
Chinchilla pitó la semifinal entre Saprissa y San Carlos y Pablo Camacho, la de Alajuelense y Herediano.
Con una Catedral a reventar, la Liga, como se suponía, se le fue encima al Team desde el arranque a corazón abierto.
Jafeth sabía a lo que venía y por eso, ordenó dos variantes de la formación que ganó en la ida. No fueron titulares Aaron Murillo ni Andy Rojas y fueron estelares Fernán Faerron y Keyner Brown, dos ladrillos pesos completos que fortalecieron la muralla humana con la que chocó una y otra vez el ímpetu ofensivo del León.
Alajuelense ataca por el costado derecho con su mejor delantero: Anderson Canhoto.
Entonces, Jafeth le triplicó la marca con Everardo Rubio, Darryl Araya y Faerron recostado en ese sector. Por la derecha, el binomio Getsel Montes y Haxzel Quirós se encargó de Diego Campos. Brown marcó a Toril.
De pronto, un gol fantasma, un gol que ni el cuerpo técnico del Herediano esperaba, porque de la nada, en el minuto 33, vimos como Darryl Araya recibía el balón total y absolutamente solo, sin marca, en las narices de Leonel Moreira y lo fusilaba con una anotación que le ponía fin a la serie.
Herediano 3 Alajuelense 0. ¡Caso cerrado!
Lea más: Alexandre Guimarães no oculta molestia con estilo de juego del Herediano
Lo que siguió sirve a la estadística, pero no resolvía nada. El VAR nos puso a dormir diez minutos sin acción y una sinfonía de patadas, agresiones físicas y fútbol de “mala leche” de jugadores de los dos equipos, contaminaron la vuelta de una semifinal que tenía un justo dueño, desde antes de que un desteñido Pablo Camacho indicara el inicio del juego.