“Ley de empleo público desmejorará servicios estatales y promoverá fuga de talentos”: Gilberth Jiménez

El país no está verdaderamente preparado para poner en marcha la ley de empleo público que entra a regir este viernes 10 de marzo y por ello, lo mejor es hacer un alto en el camino y solventar todos los problemas que tenga la ley, según Gilberth Jiménez, diputado del PLN.

El congresista, ha promovido en el Congreso detener el avance de la normativa por dos años, con el objetivo de evitar demandas al Estado, dificultades técnicas y la posible fuga de talentos del sector estatal, lo cual, se traduciría en un desmejoramiento de los servicios.

Este lunes, los diputados discutirán la propuesta de Giménez, con el objetivo de avanzar con el proyecto, o bien, enterrarlo de una vez.

La ley de empleo público pretende establecer un mismo salario por puesto laboral para todas las instituciones del gobierno -salvo algunas excepciones – y ha sido considerada como un ataque por parte de los trabajadores públicos.

¿Por qué propone detener la entrada en vigencia de la ley de empleo público?

Primero que todo, debo decirle que no es una decisión improvisada, ni antojadiza, sino que es parte de un análisis técnico y sincero. Se trata de un análisis país, en donde los principios de razonabilidad, legalidad y la paz social fueron tomados en cuenta.

Implementar una ley que no tiene las condiciones, que tiene grandes vacíos jurídicos y problemas de inconstitucionalidad no es lo correcto, ya que llevaría a un caos social, a una desmejora de los servicios públicos y una gran incertidumbre y posibles demandas al Estado costarricense.

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La ley de empleo público significaría más burocracia e irregularidades, además de saturar a los mismos tribunales y generar desmotivación.

Por otra parte, esta ley no estaría generando una mejora en los servicios, ni tampoco en la gobernabilidad que queremos.

¿Qué elementos están mal en la ley?

Por ejemplo, cómo se pretende implementar un salario global y un salario temporal, cuando el sistema de planillas tiene problemas.

En el 2014 tuvimos problemas con el pago de los educadores, en donde se pagó el salario a personas fallecidas, remuneraciones de más, o incluso a personas que no trabajan con el sector público.

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Esto pasó solo con el sector educación, ahora imagine aplicar un solo sistema a todo el sector estatal.

Por otra parte, no se cuenta con un sistema de evaluación de desempeño para el gobierno central con indicadores, con productividad y con objetividad.

¿Por qué no poner en vigencia la ley y sobre la marcha ir haciendo los cambios?

No debemos poner la carreta delante de los bueyes.

Si tenemos un vehículo dañado, lo primero es arreglarlo.

¿Dos años no es mucho tiempo?

Podemos ponernos de acuerdo los diputados, los trabajadores, el Poder Ejecutivo y otros actores sobre el plazo, buscando la razonabilidad, siempre y cuando nos dé el tiempo para hacer los cambios.

Todos debemos tener sentido común y no arrogancia. Queremos un estado público eficiente y capaz y no un estado mediocre, en donde los profesionales se van al sector privado.