Marca de quesos tica primera en Latinoamérica en recibir destacada certificación de bienestar animal

Lekkerland, la marca costarricense de quesos premium de tradición europea obtuvo la certificación internacional Bienestar Animal, Certificado Welfair ™, convirtiéndose en la primera marca de quesos en Latinoamérica en recibir este reconocimiento.

Lekkerland, conocida por sus quesos madurados que requieren por lo menos un mínimo de 30 días de maduración para conseguir un sabor distintivo, ofrece una variada gama de productos que incluyen tipos como Gouda y Edam.

La marca se distingue por su proceso artesanal y su herencia holandesa, manteniendo métodos tradicionales como la maduración en bodegas de ambiente controlado con repisas de maderas de pino y ciprés.

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Desde hace casi dos años atrás, Sigma vio la oportunidad de ir integrando a todos sus proveedores de leche para elaboración de los quesos Lekkerland en el riguroso proceso de certificación de bienestar animal.

Este esfuerzo incluyó capacitación y auditorías realizadas por expertos internacionales de KIWA, entidad internacional de certificación de sistemas de gestión y avalada por el Institute of Agrofood Research and Technology (IRTA), asegurando que cada granja cumpla con los estándares de bienestar animal en cinco áreas fundamentales: libertad de hambre y sed, libertad del miedo y estrés, libertad de dolor, heridas o enfermedad, libertad de incomodidad y libertad de expresar comportamiento animal.

Este sello no solo garantiza priorizar condiciones óptimas para los animales, sino que también asegura una mayor calidad del producto, y una adaptación productiva al cambio climático.

Lekkerland ha certificado hasta la fecha 23 granjas, ubicadas 16 en Cartago y siete en San José y su planta productora. Esta certificación se alinea perfectamente con la Agenda de Sustentabilidad que asumiera Sigma ya hace muchos años atrás.

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El compromiso de la marca no solo busca sensibilizar al consumidor sobre la responsabilidad social hacia los animales, sino también fomentar una alta reputación en la calidad de sus productos.

“Parte de los hallazgos que tuvimos gracias a este proceso de certificación internacional es que, al asegurar y certificar las condiciones de bienestar de los animales, la alta calidad del producto está garantizada e incluso se da un impacto positivo en la productividad. Así mismo, aprendimos a realizar un mejor seguimiento a través de la documentación de todos los procesos de la granja, logrando así una mayor trazabilidad en el proceso de producción”, dijo Jorge Escalante, gerente de Mercadeo para Centroamérica.