Mujer millennial profesional: Una generación con deseos de superarse y cumplir sus objetivos, según estudio

Con el objetivo de conocer mejor el perfil de las profesionales nacidas entre 1980 y 1996, el Centro de Liderazgo Colaborativo y de la Mujer del INCAE y Citi Foundation, realizaron el estudio Mujer Millennial Profesional, Trabajadora, Urbana, el cual abarcó a mujeres de Bogotá, Lima, Buenos Aires, Sao Paulo y Rio de Janeiro.

“En la historia de América Latina esta es la generación de mujeres con el más alto nivel académico, nunca antes había habido tantas mujeres profesionales en la región como esta generación. En la medida que ellas van alcanzando títulos profesionales y están en ese entorno global se exigen y abren oportunidades”, dijo Margaret Grigsby profesora de Liderazgo y Marketing de INCAE.

Superar su condición respecto a la de sus padres, emprender, construir un patrimonio, y cumplir sus metas profesionales son algunos de sus objetivos.

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En promedio tienen ocho años de experiencia laboral, una de cada cinco cuenta con posgrado y ciencias económicas y administración, salud, y educación, son las áreas de estudio con mayor porcentaje en los cuatro países.

Aunque en Lima el 13% de las encuestadas se dedica a ingenierías y arquitectura, una gran parte de la muestra revela que aún son discriminadas en las universidades al elegir una carrera típicamente de hombres como las STEM.

Además, la falta de una figura que las inspire, fuera de su círculo familiar, evidenció una carencia de tener mujeres referentes en otros ámbitos.

Los mayores porcentajes en los cuatro países indicaron que la maternidad es parte de su proyecto de vida, pero para tener hijos con tranquilidad deben alcanzar sus metas profesionales antes.

En el mismo sentido, la edad promedio en la que tuvieron a su primer hijo, las que son madres, es de 24-25 años, lo que implica una etapa post universitaria.

Sin embargo, combinar la maternidad y la vida laboral supone una alta carga de trabajo para las mujeres, de acuerdo con el mayor porcentaje en todos los países del estudio.

Otra de las dificultades que destacan en la situación profesional y ser mamá, es que las mujeres no son elegidas para un ascenso ante la posibilidad de ser madres, casarse o tener hijos pequeños, según concuerda más del 27% en cada país.

Asimismo, la percepción de que las mujeres se esfuerzan el doble que los hombres por reconocimiento laboral, es otro de los obstáculos con el que más entrevistadas coincidieron.

En cuanto a la responsabilidad de las tareas domésticas, aunque hay un avance en el involucramiento de las parejas como lo indica el 40%, seis de cada diez de las encuestadas aún carga con la mayor parte.

Contrario a la creencia de que la generación millennial no busca estabilidad, una de cada tres participantes lo que más busca de su empleador son oportunidades de crecimiento y desarrollo.

Emprender un negocio y ocupar puestos directivos son los máximos objetivos profesionales de acuerdo con el mayor porcentaje en las cinco ciudades, e invertir para generar un patrimonio es una de las principales metas financieras.

“Resulta paradójico que, aunque quieran emprender no estén construyendo patrimonio ni invirtiendo para multiplicar su dinero, esto también representa una oportunidad para instituciones financieras y oportunidades de banca para las mujeres, en la creación de esquemas innovadores de financiamiento para vivienda”, considera la investigadora.

Un rango del 34% al 46% en los cuatro países no busca asesoría financiera y de las participantes que sí, la mayoría recurre a su círculo inmediato para pedirla; los menores porcentajes son los que buscan en medios o directamente en los bancos.

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Apoyo en el pago de deudas ajenas es otro dato relevante ya que más del 24% en los cuatro países ayuda a cubrir otros compromisos principalmente de los padres.

En la percepción social, los mayores problemas que enfrenta la mujer son la violencia y el acoso sexual según la mayoría de las participantes, aunque esto no significa que los hayan sufrido los consideran como los principales en sus entornos.

En metas personales, se sienten realizadas cuando logran objetivos puestos por ellas mismas por lo que ya no aspiran a cumplir con imposiciones sociales o expectativas familiares.

“Es una generación aguerrida que va para adelante, no está jugando victimismo, escogieron trabajar y si toca esforzarse el doble eso no las detiene”, finalizó Grigsby.