Supervisores financieros analizan riesgo del cambio climático para el sector

¿Qué impactos e implicaciones tendrá el cambio climático en el sistema financiero nacional? Ese es uno de los cuestionamientos que supervisores en la materia analizaron durante el evento virtual “Riesgo climático: avances y logros recientes en el sector financiero”.

En la actividad participaron representantes del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) y las superintendencias financieras, así como la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza, y Andreas Villar, director del Clúster Regional de Clima y Biodiversidad de la Cooperación alemana para el desarrollo (GIZ).

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Y es que, de acuerdo con la ministra de Ambiente y Energía, la economía del futuro es “descarbonizada, digitalizada y descentralizada”, pero necesita de sistemas financieros que respondan a esa visión.

“Vamos a requerir de sistemas financieros que movilicen recursos, que nos permitan hacer las inversiones en los distintos sectores claves para avanzar en esa transformación. Cada inversión debería estar alineada a esos objetivos de París, cada inversión nos debería ayudar en esa descarbonización y para lograr eso vamos a necesitar reglas en los sistemas financieros muy claras y mecanismos de incentivos”, dijo Meza.

Dentro de la actividad se compartieron perspectivas y planes en el marco de la regulación para los próximos meses y años, en los cuales la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), iniciará en el 2022 con un primer requerimiento de información de flujos de financiamiento dirigidos a cambio climático, en operaciones de crédito de sus entidades supervisadas.

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De acuerdo con Rocío Aguilar, superintendente de Pensiones (Supen), el cambio climático es un riesgo que puede tener impactos muy serios dentro de la estabilidad financiera del país.

“Son riesgos que van a llegar y a materializarse en las instituciones financieras si no se trabaja de manera conjunta. Quizás esto se parece como estar en una pandemia de manera permanente y creo que esa es la manera seria en que debemos enfrentar esto”, dijo Aguilar.

Dentro del acompañamiento que ha realizado la GIZ al gobierno de Costa Rica durante los últimos años para la implementación de las metas climáticas, Andreas Villar destacó el apoyo que se ofrece a los reguladores y entidades supervisadas, con miras a generar un entorno que facilite la movilización de financiamiento para cumplir los objetivos ambientales.

“Queremos también desarrollar herramientas que permitan al sistema financiero blindarse adecuadamente ante los impactos generados por fenómenos y crisis ambientales como resultado del cambio climático”, dijo Villar.

Por este motivo, la GIZ adelantó que trabajará en el 2022 en el fortalecimiento de capacidades de los órganos supervisores, así como de bancos y aseguradoras en la identificación de riesgos, medición del nivel de exposición de las carteras financieras y desarrollo de incentivos y productos financieros diferenciados.

Esta es la primera vez que se convoca al sector financiero supervisado con el fin de presentar los avances y logros recientes en el abordaje del cambio climático, así como los retos más apremiantes relativos a la gestión de los riesgos relacionados con el clima.