Unas reñidas elecciones en Francia entran en el tramo final

La contienda presidencial de Francia entra en su tramo final sin un ganador claro a la vista mientras los principales contendientes salen a recabar votos en intensos actos de campaña.

"Todo el mundo está petrificado", dijo Édouard Lecerf, jefe del departamento político de la firma de encuestas Kantar Sofres. "El reto para cada uno de los cuatro candidatos es buscar nuevos votos sin alienar su base. Los votantes franceses son como los peces, como las anguilas, muy escurridizos".

Casi un tercio del electorado está todavía indeciso, y los principales candidatos concitan alrededor de 20% de apoyo en las encuestas para la primera ronda el 23 de abril, por lo que la elección es la más impredecible que el país ha visto en la historia reciente. Dos de los cuatro candidatos son además hostiles a las instituciones de la Unión Europea, por lo que el resultado de la ronda de desempate, dos semanas después, tendrá implicaciones de gran alcance no sólo para Francia, sino para el bloque europeo en su conjunto.

El lunes, el candidato centrista Emmanuel Macron se dirigió a una multitud de más de 20 mil personas en París, mientras que Marine Le Pen, del Frente Nacional de extrema derecha, habló a un grupo más reducido en un auditorio cercano. Jean-Luc Mélenchon, apoyado por los comunistas, quien navegó el lunes por el centro de la capital en una barcaza, hablará el martes en actos en al menos siete ciudades, utilizando hologramas para seis de ellos. El candidato republicano François Fillon celebró un mitin en Niza el lunes y planea actos en diversas partes de París para el final de la semana.

‘Movilizar las bases’

Según la encuesta de Elabe más reciente, difundida el lunes, el apoyo a Macron se sitúa en 24%, mientras que para Le Pen está en 23%. Fillon tiene 21%, seguido por Mélenchon con 18%. Le Pen ha amenazado con sacar a Francia de la UE, en tanto Mélenchon quiere renegociar los tratados del bloque, incluido el que mantiene al país en el euro. Macron derrotaría a cualquiera de sus rivales en el desempate, mostró la encuesta, siempre y cuando pueda llegar allí.

"Todos tienen que tratar de ganar un punto o dos para llegar a la segunda ronda sin hacer nada que pueda tener repercusiones negativas", dijo Lecerf. "La idea es movilizar a las bases, darles la idea de que la victoria es posible, y al hacerlo, recuperar a los que se han alejado”.

A pesar de la tesitura defensiva, los cuatro contendientes principales no han renunciado al ataque ocasional.

En su discurso del lunes en el estadio de Bercy en París, Macron no se mordió la lengua al criticar el apoyo de Mélenchon a líderes latinoamericanos como Fidel Castro, de Cuba, y de Venezuela, Hugo Chávez, quienes han presidido países sumidos en una pobreza generalizada. "Para algunos, Francia será Cuba sin el sol o Venezuela sin el petróleo", dijo.

Fillon atacó a Macron y a Mélenchon por hacer promesas vagas mientras intentaba continuar su recuperación después de que acusaciones penales asestaran un golpe a su campaña el mes pasado. "Comenzamos a preguntarnos de qué Francia están hablando el Sr. Macron o el Sr. Mélenchon", dijo.