A Federer lo acecha un fantasma​

Agencias

Complicado explicar cómo Rafa Nadal, lesionado y que no está compitiendo en Indian Wells, ni lo hará en Miami, puede destronar a Roger Federer como número uno del mundo, que sí juega y defiende el título en los dos torneos.

El tema pasa por la defensa de puntos, en esta lucha sin cuartel por la cima del escalafón, entre dos "adultos mayores" del circuito, rivales y amigos fraternos, los dos con más de 30 primaveras a cuestas.

La estadística dicta sentencia y dice que si Federer no alcanza las semifinales en Indian Wells, le cede la corona al español, que lo estará viendo jugar por la televisión. ¿Curioso, no?

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Hace más de dos semanas, Federer regresó oficialmente al puesto más alto de la clasificación, tras coronarse campeón en el ATP 500 de Rotterdam. Tomó allí una ventaja de 345 puntos sobre Nadal y eso le aseguró continuar como líder de la ATP hasta la final del primer Masters 1000 del año, que arrancó el pasado jueves en la rama masculina.

Para eso, se tenía en cuenta que el español saldría a defender 300 unidades en Acapulco, otro ATP 500, tras perder la final en 2017. Pero Nadal no llegó a debutar en suelo mexicano al no mejorar de una lesión en la pierna derecha, que empezó a molestarlo en el Abierto de Australia. De hecho, en Melbourne, el zurdo de Manacor abandonó en pleno quinto set contra el croata Marin Cilic en cuartos de final.

Esa baja de Nadal en Acapulco le permitió a Federer estirar la diferencia a 600 puntos. El suizo optó por no aceptar una invitación en Dubái, otro certamen de categoría 500, para estar listo físicamente para este doble desafío estadounidense, ya que revalida los títulos logrados el año pasado en las canchas duras de Indian Wells y Miami.

Ahora Federer suma 10.060 unidades en el ranking y cederá 1.000 si no retiene la corona. Por su parte, Nadal cede 90 ya que hace 12 meses fue eliminado, precisamente a manos del suizo, en octavos de final.

Entonces, el español, que tiene 9.460 puntos, quedaría con 9.370 el lunes 19 de este mes, ni bien termine la cita en el desierto californiano.

Por esta razón aritmética, Federer está obligado a llegar al menos a semifinales en el desierto, para acumular 360 puntos y así seguir como número uno del listado mundial.

Si el suizo cae antes de esa ronda, automáticamente Nadal lo desplazará para volver al trono, más allá de que no pueda jugar ese torneo.

Después sigue Miami, donde Federer tendrá un poco más de aire, ya que si bien defiende otros 1.000 por ser el monarca en 2017, Nadal perderá 600 de la final en la que cayó ante el propio suizo hace 12 meses.

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Será, entonces, un atractivo cabeza a cabeza, que se extenderá más adelante en la gira europea de arcilla, donde el español tratará de regresar en gran forma, ya que tratará de revalidar muchísimos puntos.

Puede darse entonces el caso de que Federer pierda el puesto de número uno en Indian Wells frente a un fantasma, si no llega a semifinales, pero luego lo recupere en Miami.

A larga distancia, todo parece indicar que a Nadal lo podría beneficiar no jugar Indian Wells, pero enseguida lo va a perjudicar no tener acción en Miami.

¡Benditos sean los números!