Autoexploración, una medida necesaria para detectar a tiempo el cáncer de mama

La detección temprana puede salvar la vida de las mujeres con cáncer de mama, al permitirles tener un diagnóstico en etapas no muy avanzadas y recibir el tratamiento adecuado para vencer la enfermedad.

Aunque los ultrasonidos y mamografías son las formas más eficientes para detectar cualquier anomalía en los senos, la autoexploración juega un papel fundamental para poder actuar a tiempo y aumentar las posibilidades de curación.

La recomendación médica es que a partir de los 40 años las mujeres se realicen estos estudios con un especialista al menos una vez al año, pero desde los 20 años se debe realizar una autoexploración mamaria una vez al mes.

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Bultos no necesariamente dolorosos al tacto, anomalías en el pezón, formación de hoyuelos, alteraciones, grietas, arrugas, enrojecimiento, salpullido o inflamación en la piel del seno, y secreción anormal en el pezón, son los principales signos de alerta.

¿Cómo se realiza la autoexploración de seno?

De pie, con los brazos caídos, frente a un espejo, revise que sus senos mantienen el tamaño y forma de siempre.

Observe detenidamente para corroborar que no haya anomalías en su piel, forma de los senos y/o pezones.

Levante los brazos y observe que no haya alguna diferencia notable entre ambos senos. Posteriormente gire su cuerpo para identificar si hay alguna alteración en el perfil de cada uno.

Para continuar con la palpación recuéstese, levante la mano derecha y con los dedos de la mano izquierda presione con firmeza haciendo pequeños movimientos para explorar toda la mama derecha. Repita este paso del otro lado.

Finalmente presione suavemente los pezones y verifique que no hay secreción.

Si detecta cualquiera de los elementos mencionados anteriormente, o siente dolor durante la exploración, lo mejor será acudir al médico.

La revisión puede hacerla después de su periodo menstrual o si ya no lo tiene, elegir un día fijo de cada mes.

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A nivel mundial, el cáncer de mama es el tipo de cáncer más común con más de 2,2 millones de casos en 2020, según la Organización Mundial de la Salud.

Durante ese año, cerca de 685 mil mujeres fallecieron en el mundo por esta enfermedad, siendo la principal causa de mortalidad en la población femenina.

La detección precoz y las terapias basadas en cirugía, radioterapia y farmacoterapia aumentan significativamente el pronóstico de vida de las personas, de acuerdo con la Organización.

Además, el tratamiento del cáncer de mama puede alcanzar probabilidades de supervivencia del 90% o más, en particular cuando la enfermedad se detecta de forma temprana.