Aviación vive la peor crisis de su historia

“Esta es, sin duda, la mayor crisis de la industria aérea en la historia”, fue la declaración con que Anko van der Werff, presidente y CEO de Avianca Holdings, resumió la situación actual de la aviación.

No solo Avianca tuvo que suspender sus operaciones internacionales hasta el 1° de mayo, Copa Airlines lo hará hasta el 21 de abril y Volaris Costa Rica suspendió sus operaciones hasta mediados de abril.

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Si todas las aerolíneas latinoamericanas cancelaran el 100% de sus itinerarios por más tiempo, sobrevivirían entre tres y diez meses antes de quebrar, estimó la firma JP Morgan.

Por otra parte, la alemana Lufthansa redujo hasta el 90% sus capacidades y, en la misma línea, el International Airlines Group (IAG) -propietario de British Airways e Iberia, entre otras- recortará su capacidad en al menos un 75% entre abril y mayo.

También, el grupo formado por Air France y la holandesa KLM anunció que en los próximos dos meses reducirá entre 70% y 90% su oferta.

Air Canadá recortará a la mitad su capacidad a partir de abril y Spirit, South West, United Arlines, WestJet y Wingo, entre otras, también hicieron ajustes en su operación.

Todo esto es consecuencia de la pandemia del nuevo coronavirus o Covid-19.

La mayoría de las aerolíneas suspende sus operaciones locales porque no es rentable viajar solo con costarricenses, quienes representan el 30% del tráfico, explicó César Jaramillo, gerente general de Coriport, empresa administradora del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber.

Esta terminal actualmente está operando a un 5% de su capacidad, por la reducción importante de tráfico que ha experimentado desde el cierre de fronteras, que se hizo efectivo el pasado 19 de marzo.

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Dicho cierre permite la entrada y salida a los costarricenses y residentes hacia otros países; sin embargo, muchas otras naciones tienen cerradas sus fronteras, lo que limita viajar.

Asimismo, cualquiera que regrese del exterior deberá someterse a un aislamiento de 14 días, con el fin de evitar el esparcimiento del Covid-19.

“La esperanza es que con la apertura de fronteras haya una compensación por los viajes que no se efectuaron en estos meses”, reflexionó Jaramillo.

Sin embargo, el panorama no es tan alentador, si se toma en cuenta que no todos los países tienen la misma evolución ante la pandemia.

“El turista, antes que la confianza, tiene que recuperar la seguridad. No va a ser fácil llevar a la normalidad a la industria después de una pandemia como esta”, estimó Mauricio Ventura, exministro de Turismo.