FIFCO: “Anualmente pagamos más de $319 millones en impuestos”

Luego de leer críticas en redes sociales sobre el no pago de impuestos por parte de grandes empresas o que se evada esta contribución al fisco, Florida Ice and Farm, una de las compañías más robustas del país, busca aclarar varios puntos tras los acontecimientos de la huelga en el sector público.

FIFCO, que este año cumple 110 años en el mercado y cuenta con más de 6.441 colaboradores ubicados en Costa Rica, Guatemala y El Salvador como en Estados Unidos, espera que el clima económico y social mejore para seguir consolidando su operación.

Gisela Sánchez, directora de Relaciones Corporativas de la empresa, conversó con LA REPÚBLICA sobre el tema fiscal y las quejas, que principalmente se basan en la desinformación recurrente en redes sociales.

¿Conoce las críticas en redes sociales sobre el no pago de impuestos y la evasión fiscal por parte de FIFCO? ¿Cómo las recibe?

Las recibimos con sorpresa, puesto que Florida Ice and Farm es una empresa de más de 110 años que siempre ha contribuido de manera importante en el desarrollo del país en múltiples aristas, siendo para nosotros un requisito fundamental generar empleos y pagar las responsabilidades fiscales que se requieran, ya que estamos en segmentos y categorías de negocio altamente gravadas.

Las personas no conocen en detalle y se dejan guiar por cualquiera que les mencione algún dato erróneo, creen en eso sin hacer su tarea de informarse.

Somos una compañía que cree fielmente en el Gobierno, en contribuir con el país y más que todo en nuestra responsabilidad de pagar todos los impuestos que el Estado requiera.

Mi mayor consejo es que la población debe informarse; entender bien en qué consiste la reforma fiscal y no dejarse llevar por lo que cualquiera le dice.

¿Me puede decir de cuánto sería esa cifra y qué tipo de impuestos paga?

Estos son los datos para el periodo fiscal 2016-2017, por ejemplo en colones son más de 185 mil millones mientras que en dólares son más de 319 millones.

Los tres mayores son: el impuesto sobre las ventas, el de la renta —para el que somos clasificados como empresa grande en Costa Rica y estamos en el umbral más alto de impuestos— y el específico a bebidas alcohólicas.

Tenemos también un impuesto específico a las bebidas no alcohólicas, otro que va al Instituto de Desarrollo Rural, el sexto sería el selectivo de consumo, otro que va al IFAM y por supuesto los impuestos a las municipalidades, que pagamos en prácticamente todas las del país, ya que tenemos presencia con nuestros centros de distribución y manufactura en casi todo el territorio nacional.

Viendo el clima económico, ¿están dispuestos a pagar más impuestos?

En el caso particular de FIFCO, es imposible tener una empresa exitosa en una sociedad que esté fracasada.

Nosotros necesitamos una sociedad próspera y sostenible para poder desarrollar nuestro negocio y por eso estamos abiertos a la posibilidad de que este nuevo proyecto de reforma fiscal venga con un poco más de impuestos para las compañías, que como es debido tienen que recaer más en las empresas y personas con mayores ingresos.

Más bien lo vemos con buenos ojos, es más complicado que las calificadoras vengan y hagan una recalificación de nuestra deuda.

La reforma fiscal es algo necesario y urgente para el país, y si bien es cierto vamos a pagar más impuestos, es mejor realizarlo y sacar adelante el país para no tener contracción económica.

¿Esto encarecería los productos que ya están en el mercado?

En la medida de lo posible queremos que el consumidor sea el menos afectado, buscando un mejor precio de nuestros productos.

Eso sí, debemos estudiar el proceso producto por producto, queremos que en la mayoría de los casos esos impuestos vengan de las ganancias de la empresa.

¿Cómo comparan los impuestos que tienen en Costa Rica con los que manejan en otros países donde tienen operación?

Son altos, más que todo los que recaen sobre bebidas alcohólicas. En América Latina, Costa Rica es el segundo con mayores impuestos al alcohol, por ejemplo.

Claramente vivimos a la par de Panamá, país que cobra solo una cuarta parte de los impuestos que se pagan aquí por esas bebidas. Esto genera un incentivo perverso al contrabando que viene de ese país que tiene cargas impositivas más bajas, tema que impulsa el comercio ilegal.

Consideramos que el modelo tico es solidario y progresivo, en este caso las empresas que distribuimos y manufacturamos bebidas alcohólicas pagamos más, como debe ser. Pero sí tenemos que luchar como país con el comercio ilícito.