Estudiar oficio técnico por un año le permitiría aspirar a un salario superior a los ¢660 mil

Estudiar un oficio técnico como diseño publicitario, animación digital, operador bilingüe y electromecánica e industrial por tan solo un año o un poco más, le permitiría aspirar a un salario que oscilaría entre ¢450 mil y ¢660 mil, de acuerdo con varios expertos consultados por LA REPÚBLICA, quienes también señalan que en casos particulares un trabajador técnico puede ganar más que un profesional, dependiendo de sus habilidades, nivel de inglés y otras competencias.

A diferencia de las carreras universitarias que duran cuatro, cinco o seis años dependiendo del centro de enseñanza superior, los oficios técnicos son destrezas prácticas que se aprenden en períodos cortos.

Sin embargo, la gran noticia para las miles de personas desempleadas y que no han concluido el colegio, es que en algunos casos no se requiere tener el título de bachiller para arrancar con la enseñanza de un oficio técnico y que además, estos puestos laborales se encuentran entre lo “más hot del mercado laboral.

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“Los últimos resultados de la encuesta de demanda de capital humano-realizada por CINDE, que fue aplicada en un grupo representativo de empresas multinacionales que operan en Costa Rica nos arrojan estos resultados sobre la demanda de talento humano (…) Por ejemplo, cuando uno compara el salario de un técnico en electromecánica, en muchos lugares podría ganar hasta más que un ingeniero, porque el ingeniero tiene una generalidad y no una especialidad en un área específica. Esto pasa también con otros oficios”, según Vanessa Gibson, directora de Clima de Inversión de CINDE.

Y es que las carreras técnicas, sobre todo aquellas relacionadas con habilidades tecnológicas, están dando un fuerte un impulso al empleo y han favorecido la recuperación económica en los países de América Latina, según el informe del Banco Mundial “La vía rápida hacia nuevas competencias: programas cortos de educación superior de América Latina y el Caribe publicado en el 2021”.

En ese sentido, tras concluir una carrera técnica, los trabajadores podrían seguir especializándose y así cotizarse mejor en el mercado laboral, ya sea con otras carreras técnicas complementarias, con el aprendizaje de habilidades blandas o con un segundo idioma; asimismo, el éxito laboral podría impulsar al trabajador a una carrera universitaria.

“Los programas técnicos aseguran una empleabilidad rápida en un momento en que existen nuevos requerimientos en las empresas para atender los desafíos propios de la cuarta revolución industrial y la pandemia “dijo Marianela Núñez, rectora de ULACIT.

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Por otra parte, personas con competencias numéricas, analíticas, tecnológicas, habilidades blandas o competencias para el autoaprendizaje, es lo que están buscando las empresas.

La buena comunicación, trabajo en equipo, la resolución de problemas y un enfoque emprendedor, son también competencias deseables.

Actualmente los técnicos gozan de gran prestigio en el mercado y les abren muchas oportunidades a empleos de calidad, por lo que es importante considerar una especialización técnica como parte del abanico de opciones para prepararse.

“Una de las ventajas estratégicas de estudiar estas carreras es que permiten a las personas que están estudiando acceder de manera rápida al mercado laboral y esto impacta de manera favorable a las tasas de desempleo y en la reactivación económica del país. Por otra parte, no hay que olvidar la importancia del desarrollo de habilidades blandas y aprender otros idiomas como inglés, que sigue siendo el más requerido a nivel mundial”, dijo Gabriela Roberti, especialista en procesos de talento y reclutamiento de Grupo Innova.